En cada instante presente, los seres humanos vivimos, experimentamos, sentimos y, en definitiva, nos encontramos con nuestra propia inteligencia emocional. Sin embargo, lo que nunca nos detenemos a considerar es que este instante es más que un simple paso del tiempo: es una entidad con la que podemos relacionarnos, al igual que lo hacemos con una persona o un objeto.
Aquí surge la pregunta: ¿qué pasaría si pudiéramos tratar el instante presente como un objeto, algo tangible, con lo que podemos interactuar conscientemente? ¿Cómo cambiaría nuestra vida si pudiéramos elegir, instante a instante, entre aceptarlo o rechazarlo, como hacemos con los objetos que nos rodean? Es una idea extraña, pero tremendamente reveladora.
¿Es Posible Relacionarnos con el Tiempo?
El tiempo suele ser percibido como una constante intangible, algo que simplemente pasa y sobre lo que no tenemos control. Pero, ¿y si eso no fuera del todo cierto? ¿Y si cada instante presente pudiera ser observado, aceptado o rechazado como cualquier otro aspecto de nuestra realidad?
Imagina por un momento que el instante presente es el único momento en el que realmente existes. No hay otro. Todo lo que fuiste y todo lo que serás se reduce a este único segundo. Entonces, tu relación con este instante determinará cómo te experimentas a ti mismo. ¿Y si rechazas este momento? Quizá sientas ese mismo rechazo hacia ti mismo. ¿Y si lo adoras? Podrías sentir como si adoraras tu propia existencia.
El Poder de La Relación con el Presente
A medida que despertamos a esta realidad, nos damos cuenta de la relación que mantenemos a lo largo del día con el instante presente. Es brutal. Es revelador. Porque más allá de lo que sucede externamente, lo más profundo ocurre cuando descubrimos nuestra forma de relacionarnos con el momento en el que estamos vivos.
Este descubrimiento nos lleva a cuestionar todo lo que creemos. Imagina que estamos en el año 1224 y alguien se atreve a afirmar que la Tierra es cuadrada. En ese momento, esa afirmación sería una locura. Pero lo mismo ocurre cuando comenzamos a cuestionar el tiempo y nuestra relación con él. Lo que hemos dado por sentado, la idea de que el tiempo simplemente "pasa", puede estar muy lejos de la verdad.
Una Relación Olvidada con Nosotros Mismos
Nuestra vida está formada por instantes, unos más sombríos y otros más luminosos. Pero todos ellos conforman la misma experiencia de vida humana. Intentamos evitar los momentos oscuros, ansiamos las cúspides de nuestras emociones más placenteras. Pero, ¿y si todo fuera parte de un mismo tejido?
Cuando aprendemos a aceptar cada pliegue de nuestra existencia, nos damos cuenta de que lo que rechazamos no es el instante, sino a nosotros mismos. Y aquí es donde entra el punto crucial: no puedes liberarte de un mal hábito hasta que no lo aceptes. El rechazo perpetúa lo que intentamos evitar.
El Instante: La Llave a la Consciencia
La salida de este laberinto mental está en el instante presente. Solo en el ahora podemos preguntarnos realmente: ¿quién soy? Las respuestas a esta pregunta no pueden venir del pasado, ya que esa versión de ti ya no existe. La consciencia humana se ve atrapada en una jaula de recuerdos, repitiendo patrones y limitando el potencial de ser.
Despertar a esta realidad es doloroso. Nos damos cuenta de que no somos lo que pensamos que somos. Somos más. Pero para llegar a esa verdad, debemos abandonar el control, dejar de creer que somos nuestros pensamientos y abrirnos a la posibilidad de que somos algo más grande. Algo que no puede ser contenido por nuestras limitadas ideas sobre la vida y nosotros mismos.
La Revolución Interior: Despertar a una Nueva Consciencia
Esta idea puede sonar descabellada, pero ¿y si la conciencia misma te estuviera pensando? ¿Y si el amor del que siempre hablamos ya te estuviera amando, aunque no lo puedas sentir porque te aferras a tus propias reglas del amor? Nos mantenemos en una constante búsqueda de amor personal, sin ver que el verdadero amor incondicional está más allá de lo que hemos definido.
La verdadera revolución interior se da cuando dejamos de identificar nuestra esencia con lo que pensamos ser. En ese momento, todo cambia. Florecemos. Dejamos atrás la jaula de nuestras limitaciones y nos abrimos a un universo de posibilidades infinitas.
¿Quién Soy Realmente?
Si no puedes usar tus recuerdos para definir quién eres, ¿cómo respondes a la pregunta de qué eres? Esta es la cuestión más importante que podemos hacernos. No podemos ser lo que pensamos que somos. Y cuando nos damos cuenta de ello, una nueva consciencia emerge. Una que nos libera de nuestras ideas preestablecidas y nos conecta con algo más profundo, algo eterno.
Este es el misterio del instante presente, la clave para vivir en plenitud y paz. La conciencia humana es un océano vasto y en constante expansión, y nosotros, al cuestionar nuestras creencias más arraigadas, podemos despertar a una realidad mayor.
Recuerda: el tiempo es más que un recurso finito. Es un misterio, y aprender a relacionarnos con él como si fuera una entidad viva nos llevará a descubrir quiénes somos realmente.
Conciencia humana
Relación con el tiempo
Instante presente
Revolución interior
Despertar espiritual
#ConcienciaHumana
#InstantePresente
#RevoluciónInterior
#DespertarEspiritual
#PlenitudYPaz
Gracias por acompañarme en esta reflexión. Si has llegado hasta aquí, suscríbete al canal y no olvides darle a la campanita para recibir las próximas publicaciones. ¿Estás listo para descubrir el poder del instante presente?
No hay comentarios:
Publicar un comentario