1. Preposición "según": La palabra "según" proviene del latín secundus, que en efecto significaba "segundo", pero también tiene una relación directa con el verbo "seguir". Esto le otorga un carácter especial, diferente de otras preposiciones. Como "según" está vinculada al verbo "seguir", en español no seguimos la regla que usaría "mí" o "ti" como en el caso de otras preposiciones. Al tener esta relación verbal, gramaticalmente preferimos usar "yo" y "tú", que son los pronombres normalmente asociados con los verbos. Esto explica por qué no decimos, por ejemplo, "según mí" o "según ti", sino "según yo" y "según tú".
2. Preposición "entre": En latín, "entre" era inter, y esta preposición también pedía casos oblicuos, como el caso de otras preposiciones. Sin embargo, en el caso del español, hasta la Edad Media e incluso en textos de Cervantes, era común encontrar expresiones como "entre mí y ti", es decir, el uso de pronombres en caso oblicuo. No obstante, con el paso del tiempo, se perdió la capacidad de coordinar pronombres en el caso oblicuo después de "entre", lo que llevó al uso del nominativo, es decir, "yo" y "tú".
La razón clave para este cambio tiene que ver con la coordinación de los pronombres. En casos como "he comprado flores para mí y para ti", es necesario repetir la preposición "para" antes de cada pronombre. Sin embargo, con "entre", esto no es necesario. La preposición "entre" puede coordinar los pronombres sin necesidad de repetirla, lo que llevó a la preferencia por el uso del caso nominativo ("tú" y "yo") en lugar del oblicuo ("mí" y "ti").
En resumen, en el caso de "según", el vínculo con su origen verbal del latín justifica el uso de "yo" y "tú". Mientras que con "entre", la capacidad de coordinar pronombres sin repetir la preposición dio lugar a que se prefiera el uso de pronombres en caso nominativo. Esto es lo que explica por qué decimos "entre tú y yo", y no "entre ti y mí".
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